Adiestramiento personalizado que prioriza la salud emocional de tu perro.
Programas de adiestramiento y educación canina que priorizan la salud emocional de tu perro.
FUERA MIEDOS
Programa especial de
microgestión del miedo
El miedo es una emoción de tono desagradable que genera una sobreestimulación que prepara al perro para huir o en caso de no poder, agredir o mostrar indefensión. No existen emociones buenas o malas sino que se activan, aprovechan y desactivan de forma adaptativa o desadaptativa (adecuada o no adecuada). La mayoría de los tratamientos que trabajan sobre los miedos se enfocan más en la gestión de la activación y desatienden la fase de desactivación. Y es precisamente en esta fase donde es necesario ser más incisivo, ya que si el perro no es capaz de desconectar correctamente, corre el peligro de crear una huella emocional.
Este programa trabaja íntegramente fuera de las situaciones concretas que activan el miedo en el perro. Las sesiones tienen un diseño ludificado en el que el perro deberá ir superando retos como si se trataran de pantallas de un videojuego. Esto permite, por un lado, evitar picos emocionales potencialmente dañinos y por otro, ofrecer un proceso terapéutico mucho más eficaz y agradable para el tutor y su perro. Plantearemos desafíos que provocarán en él estados ambiguos de inseguridad y curiosidad prospectiva y dejaremos que las gestione libremente. Él mismo decidirá si quiere superar un reto y cómo quiere hacerlo, siempre soportado, emocional y socialmente, por su tutor. Esta autogestión de las experiencias dotará progresivamente al perro de dos capacidades que resultan del afrontamiento y la superación del miedo; la valentía y el gusto por los desafíos.
Los perros con miedo tienen muchas dificultades para sentir alivio después de un episodio emocionalmente desagradable. Esta capacidad de pasar de una emoción de tono negativo (un susto) a una de tono positivo (alivio después del susto), se adquiere a base de experiencia, de haber transitado repetidamente de una emoción a otra. Los trabajos de estimulación sensorial nos facilitarán este entrenamiento y realizarán el papel de un emulador emocional a través del cual el perro podrá transferir las capacidades aprendidas durante las sesiones a las situaciones problemáticas de la vida cotidiana.