Servicios

En Capicua se trabaja para ofrecer a sus clientes de dos y cuatro patas, un servicio integral de evaluación, diagnóstico y tratamiento. Hemos diseñado diferentes programas que abarcan un amplio espectro de la educación y el comportamentalismo canino. Desde programas que trabajan en la vinculación y comunicación con tu perro hasta terapias de gestión emocional que promueven el empoderamiento del binomio tutor-perro a la hora de encarar problemas de comportamiento o la enseñanza de nuevas conductas.


Son programas flexibles que se adecuan a las necesidades y posibilidades de cada caso para dar a cada cliente un servicio individualizado dentro de una estructura previamente estudiada. En Capicua es importante que las sesiones de trabajo y las prácticas tengan un enfoque divertido y dinámico, incluso en las terapias de gestión de las emociones que habitualmente resultan pesadas por el perro y el tutor, diseñando pautas, ejercicios y rutinas que incluyen conceptos como la ludificación, la colaboración, el gusto por los desafíos, la valentía, la competitividad, la curiosidad o la satisfacción de logro.

Educación canina
Capicua trabaja a partir del método de adiestramiento cognitivo-emocional que se aleja de los modelos más tradicionales basados en el conductismo (premio-castigo), buscando profundizar en los procesos cognitivos y emocionales que sustentan las conductas. Nos interesa potenciar las capacidades del perro en todas sus dimensiones (física, emocional, social y cognitiva) y proporcionar herramientas que le permitan resolver problemas y afrontar el aprendizaje conceptual.
Modificación de conducta
Los perros, como las personas, reaccionan a los estímulos de cierto nivel, generando una emoción que puede ser de carácter positivo o negativo. En algunos casos esta emoción es la que se encarga de responder conductualmente al estímulo o situación que la ha generado, impidiéndole al perro un procedimiento más cognitivo. La iteración de la respuesta emocional puede generar huellas que acabarán repercutiendo en su autonomía y su bienestar.
Especial cachorros
A la hora de diseñar un programa educativo para cachorros deben tenerse en cuenta dos aspectos importantes: la delicadeza y la flexibilidad. Educar a un perro, sobre todo en edades tempranas, es tratar con un material emocionalmente sensible y es fundamental que el programa pueda adaptarse a las necesidades y capacidades individuales de cada cachorro.
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